domingo, 12 de abril de 2015

Entonces andaba con mi soledad
sentado en la blanca banca del parque aquel
teniendo entre mis manos el libro del que algún día te hablé,
esperando poder compartir contigo cada una de sus letras.
Faltó tiempo para que llegaras. El día fue muy corto,
anocheció y no pude verte.
No creo que haya sido por decisión propia, o seguramente sí lo fue.
Intento otra vez ser amable con la soledad,
antes que hasta ella me abandone.

No hay comentarios:

Publicar un comentario